Tú no eres tu examen. Eres mucho más. Es algo que debes repetirte cuando te enfrentes a esas pruebas objetivas que llamamos exámenes. Sólo miden el nivel de conocimientos adquiridos en los programas de las materias que estás estudiando, pero no tu grado de felicidad , de generosidad con los demás o tu sentido del humor por ejemplo. Aún así , es necesario sacarlos adelante porque se presentan como uno de los retos que tendrás que ir sorteando cada día en tu vida. Es posible que, ahora, no encuentres sentido específico a estudiar tecnología, matemáticas, filosofía o historia porque no se encuentra en el contenido de estas asignaturas...el sentido está en que vayas adquiriendo destrezas internas y externas para afrontar situaciones que no preveías y que te resultan extrañas. Tú no eres tu examen pero tu examen forma parte de tu realidad , a menudo no escogida por ti.Tienes dos opciones , o darte la vuelta o enfrentar. En definitiva la elección es siempre tuya...
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